Virtud del Patriotismo, La (Perfectiva 9)
Si alguien amaga con golpearnos la cabeza, instintivamente levantamos el brazo para protegerla, aunque a causa de ello el brazo se quiebre o se pierda. Así sucede también cuando se trata de la Patria, en favor de la cual debemos trabajar, dispuestos incluso a sacrificarnos por el bien de la sociedad, nos dice nuestro autor, Alfredo Sáenz, citando al P. A. Ezcurra.
Al jerarquizar la Virtud del Patriotismo, el autor señala que después del apostolado directo, que procura la salvación eterna de los hombres, el trabajo por el bien común de la Patria constituye el más alto ejercicio de Caridad en favor del prójimo. El amor a la Patria conjuga, así, las dos vertientes de la Caridad, el amor a Dios y el amor al prójimo en Dios. Y con esto descarta cualquier antagonismo entre Catolicismo y Patriotismo, porque el amor sobrenatural a la Iglesia y el amor natural a la Patria —enseña León XIII—, son dos amores gemelos que nacen del mismo principio: Dios.
Hoy, que lamentablemente abundan el patrioterismo, los apátridas y los patricidas, Alfredo Sáenz nos invita en esta obra, a reavivar la Virtud del Patriotismo, amando a la Patria como se ama al enfermo, para que se restablezca, amarla como se ama al pecador, para que se convierta y viva.
Pbro. Dr. Alfredo Sáenz
Nació en Buenos Aires el 21 de enero de 1932. Ingresó en el Noviciado de la Compañía de Jesús en 1949. Tras concluir el trienio de Humanidades hizo sus estudios de Filosofía y Teología en el Colegio Máximo de San Miguel, obteniendo allí la Licenciatura en Filosofía. El 21 de diciembre de 1962 se ordenó de Sacerdote. Dos años después fue enviado a Roma para perfeccionar sus conocimientos. Se inscribió en la Universidad Pontificia de San Anselmo, donde elaboró su tesis académica sobre un tema patrístico, siéndole conferido el Doctorado en Teología con especialización en Sagrada Liturgia.
Vuelto a la Argentina, enseñó en el Colegio Máximo de San Miguel, y luego, a requerimiento del Arzobispo de Paraná, Mons. Adolfo S. Tortolo, colaboró durante varios años en el Seminario de dicha Arquidiócesis, dedicándose a la formación de los seminaristas, a través de la dirección espiritual y la docencia. En ese lapso fue asimismo secretario de redacción de la Revista cuatrimestral Mikael, donde escribieron personalidades del país y del extranjero, y que llegó a totalizar 33 volúmenes a lo largo de 11 años.
Visitó Rusia en tres ocasiones, con el propósito de recabar datos para su libro De la Rus’ de Vladimir al “hombre nuevo” soviético, publicado en 1989, así como para conocer las ciudades medievales rusas y el arte icónico de su época de gloria, lo cual se refleja en su obra El Icono, esplendor de lo sagrado.
Actualmente vive en Buenos Aires, en la Residencia “Regina Martyrum”, de la Compañía de Jesús, donde se dedica a una intensa actividad literaria. Es, además, profesor de Patrística en la Facultad de Teología de San Miguel, dependiente de la Universidad del Salvador, conferencista y predicador de Ejercicios Espirituales. Ha escrito más de un centenar de artículos y alrededor de 30 libros, cuya nómina parcial se incluye a continuación:
- Héroes y Santos.
- Siete virtudes olvidadas.
- La Cristiandad y su cosmovisión.
- El fin de los tiempos y seis autores modernos.
- De la Rus’ de Vladimir al “hombre nuevo” soviético.
- La Caballería.
- Antonio Gramsci y la revolución cultural.
- Derecho a la vida: cultura de la muerte.
- In Persona Christi.
- Palabra y vida (ciclo de Homilías).
- Las Parábolas del Evangelio según los Padres de la Iglesia.
- La Nave y las Tempestades.
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